Suplementación Infantil.

Una ingesta adecuada de vitaminas y minerales es esencial para garantizar la salud y el buen desarrollo físico e intelectual, y esto no es diferente en el caso de los niños. La mejor forma de asegurar el aporte de estas vitaminas tan esenciales es a través de la alimentación. Estos micronutrientes esenciales se encuentran ampliamente […]
mayo 17, 2023

Una ingesta adecuada de vitaminas y minerales es esencial para garantizar la salud y el buen desarrollo físico e intelectual, y esto no es diferente en el caso de los niños. La mejor forma de asegurar el aporte de estas vitaminas tan esenciales es a través de la alimentación. Estos micronutrientes esenciales se encuentran ampliamente en alimentos de origen vegetal (verduras, frutas, cereales integrales y semillas) y animal (carne y lácteos). Mediante una alimentación diversificada que incluya todos los grupos de alimentos, es posible obtener los compuestos que el organismo necesita para cumplir numerosas funciones metabólicas, antioxidantes y estructurales, asociadas al crecimiento, desarrollo y sistema inmunológico. ¹

Sin embargo, muchas veces resulta difícil para los padres mantener una alimentación variada que garantice el aporte adecuado de nutrientes para sus hijos. No faltan recomendaciones para que los niños consuman muchas verduras, legumbres y frutas, y eviten el azúcar y los alimentos ultra procesados. Sin embargo, muchos niños, con su paladar mal acostumbrado, insisten en una alimentación pobre en nutrientes y rica en calorías vacías, muchas veces ofrecida por los propios padres en busca de algo más práctico y atractivo para el niño.

En este caso, entra en juego el papel de la suplementación, con el fin de complementar una dieta que no brinde los nutrientes necesarios, corregir alguna deficiencia existente o incluso potenciar un nutriente según las necesidades del niño. Es importante destacar que los suplementos nunca deben sustituir una alimentación adecuada para el niño. ¿Qué suplementos se pueden utilizar durante la infancia? Suplementación vitamínico-mineral. Por lo general, las vitaminas A y D y los minerales zinc y hierro se encuentran entre las deficiencias más comunes, consideradas de gran impacto social y priorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, actualmente también ha adquirido relevancia a nivel de salud pública mundial la deficiencia de un macronutriente vital para el neurodesarrollo, el DHA (ácido docosahexaenoico).²

Vitamina D.

La principal función de la vitamina D en los seres humanos es mantener las concentraciones normales de calcio y fósforo. Esto se logra mediante una mayor eficiencia en la absorción de estos minerales en el intestino delgado y mediante la regulación de la actividad osteoclástica en los huesos. Por lo tanto, el calcitriol aumenta la absorción intestinal y reduce la secreción de calcio al aumentar la reabsorción en los túbulos distales de los riñones y movilizar minerales de los huesos, entre otras funciones.8 La principal fuente de vitamina D es la exposición solar, que representa el 90% de la vitamina en el organismo. Por lo general, las fuentes alimentarias no pueden satisfacer las necesidades requeridas. La leche materna contiene cantidades insuficientes para cubrir las necesidades del lactante (1 litro = 20 a 40 UI), la contaminación ambiental, la niebla, el invierno y el hábito de mantener a los niños vestidos y en interiores aumentan el riesgo de deficiencia.²

Como consecuencia, la deficiencia de vitamina D es uno de los trastornos nutricionales más comunes en todo el mundo, ya que 1 billón de personas sufren de insuficiencia o deficiencia.² Para garantizar un aporte adecuado de esta vitamina y prevenir su deficiencia, diversas Sociedades de Pediatría recomiendan la suplementación durante los primeros dos años de vida, incluso en niños que reciben exclusivamente leche materna:5

  • 400 UI por día desde la primera semana de vida hasta cumplir un año.5
  • 600 UI por día desde 1 año hasta cumplir 2 años.5

 

Vitamina A.

La función fisiológica más conocida de la vitamina A es en el proceso visual, como cofactor de los pigmentos visuales. También participa en el crecimiento, el desarrollo óseo y del tejido epitelial, la expresión génica, la diferenciación celular y el proceso inmunológico.6 Para promover un crecimiento y desarrollo adecuados en la infancia y prevenir los síntomas de deficiencia, se ha establecido una Ingesta Diaria Recomendada (RDA) de 300 µg/día para niños de 1 a 3 años, y de 400 µg/día para niños de 4 a 8 años.6,7 Es importante identificar a los niños en riesgo de deficiencia de vitamina A a través de una historia alimentaria y aquellos que no reciben otros suplementos vitamínicos que contengan esta vitamina para evitar la hipervitaminosis.

Hierro.

Las funciones del hierro están ampliamente descritas en la literatura, incluyendo su participación como componente estructural de proteínas (enzimas y hemoglobina) en el transporte de oxígeno a todos los tejidos del organismo y en el desarrollo cognitivo. La deficiencia de hierro, que causa anemia por deficiencia de hierro, es la más prevalente en niños, especialmente en países subdesarrollados, y es dos veces más probable que afecte a bebés entre las edades de 6 y 24 meses y de 25 a 60 meses. ²

La anemia se convierte en un problema grave, ya que puede afectar el desarrollo mental y psicomotor, aumentar la morbilidad y mortalidad materna e infantil, y reducir la resistencia a las infecciones.² Las recomendaciones para los bebés amamantados son aproximadamente 1 mg/kg/día hasta los 4 a 6 meses de edad, preferiblemente a través de alimentos complementarios y solo fórmulas fortificadas con hierro para el destete o suplementación de la leche materna, y para los bebés alimentados con fórmula, solo fórmula fortificada con hierro durante el primer año de vida. Para niños de uno a tres años, la recomendación es de 7 mg de hierro al día; para aquellos de 4 a 9 años, es de 10 mg al día, ya que en esta etapa ocurre un rápido proceso de incorporación de hierro en el cuerpo. 4,5

Zinc.

El zinc es un mineral importante para la nutrición y, por lo tanto, para la salud humana. Tiene tres roles biológicos importantes en nuestro organismo: catalítico, estructural y regulador. A través de estos roles, el zinc desempeña un papel determinante en el sistema inmunológico, actuando como antiinflamatorio, así como en el sistema de defensa antioxidante. La medición sérica de zinc no refleja de manera segura el estado nutricional real en relación con el mineral. Se puede realizar una prueba terapéutica utilizando zinc en una dosis de 1 mg/kg/día y observando la respuesta clínica en 5-10 días de uso. En el tratamiento de la deficiencia, se recomienda una dosis de zinc elemental de 1-2 mg/kg/día por vía oral y una corrección dietética adecuada. En caso de diarrea aguda, se prescribe 20 mg/día para niños mayores de seis meses y la mitad de la dosis para aquellos menores de esa edad.¹

 

Ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LCPUFA).

Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LCPUFA), como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), desempeñan funciones bioquímicas y fisiológicas fundamentales en el metabolismo y la salud humana. Del mismo modo, el DHA juega un papel crucial en el desarrollo cerebral y de la visión, por lo que es un nutriente esencial para el desarrollo y crecimiento infantil.

Según el I Consenso Brasileño de la Asociación Brasileña de Nutriología, las recomendaciones de DHA durante el embarazo, la lactancia y la infancia son de 200 mg de DHA al día para mujeres embarazadas y lactantes, independientemente de su dieta. En el caso de los niños que no son amamantados, deben recibir DHA a través de su fórmula complementaria; de lo contrario, se debe suplementar el DHA de forma aislada.

 

Conclusiones.

Toda suplementación debe ser evaluada de manera cuidadosa, teniendo en cuenta las recomendaciones diarias de ingesta (DRI) para cada grupo de edad, así como las diferentes preparaciones comerciales. Además, es importante tener en cuenta que los polivitamínicos pueden parecer una solución más práctica e incluso más accesible, pero pueden contener vitaminas hidrosolubles y liposolubles en cantidades variables, lo que puede suponer un riesgo de toxicidad cuando se consumen en dosis altas o durante períodos prolongados.Por lo tanto, la mejor solución siempre es buscar la orientación de un profesional para recibir una suplementación personalizada y segura, respetando las recomendaciones específicas para cada grupo de edad.

 

 

Embarazo y Nutrición

Embarazo y Nutrición

¿Estás esperando un bebé? ¡Que emoción!!! Mientras te preparas para este nuevo capítulo de tu...

Humanización

Humanización

La importancia de la escucha y la acogida en la consulta médica.